El término de Industria 4.0 abarca muchos conceptos y finalidades, pero los primeros avances en este ámbito implican la incorporación de una mayor flexibilidad e individualización de los procesos de fabricación. La industria automotriz es pionera en la necesidad de poner en marcha estos procesos de fabricación flexibles e individualizados, y es donde ya se están viendo grandes avances en este ámbito debido a que los fabricantes tienen que adaptar los vehículos a las necesidades individuales de los clientes de manera rápida y eficiente.
Un factor clave en la ahora llamada, Revolución Industrial 4.0 es que la industria será más inteligente, “Smart Factory”, y tiene la capacidad de diseñar productos a medida, pensado cada uno para un número de clientes inferior, y diseñando una gran cantidad de productos personalizados. Pasamos de pocos productos masivos y genéricos a muchos productos diferentes pensados para cada tipo de cliente.
Para que los innovadores procesos de la industria 4.0 tengan éxito, todos los componentes deben cumplir varios requisitos; debido al gran número de equipos en la red, los requisitos para la seguridad en las comunicaciones son más exigentes.